En el universo del arte, donde cada artista tiene su propia visión y estilo, existe un pintor cuyo enfoque se sumerge en las profundidades del mundo acuático. Josep Moncada, nacido en Maó en 1967, es un pintor cuya habilidad para capturar la magia y los misterios bajo el agua es verdaderamente sorprendente.

Como un prestidigitador, Moncada es capaz de inmortalizar un instante de encanto y fascinación a través de su lente fotográfica y plasmarlo en un lienzo con una habilidad que emociona incluso al espectador más ajeno al mundo del arte. Su exploración del universo subacuático parece estar influenciada por su signo del zodiaco, Piscis, ya que se sumerge en lo desconocido y se conecta con el subconsciente y las dimensiones ocultas que laten bajo la superficie de lo alcanzable y lo existente.

Cada una de las obras de Moncada es un instante capturado en constante evolución. Sus pinturas reflejan momentos que pasarían desapercibidos si no fueran observados y examinados por sus ojos expertos, para luego ser inmortalizados en un lienzo con una paleta de colores única. Su proceso de trabajo se asemeja al de un psicoanalista que escruta el subconsciente de su paciente, revelando así una profundidad emocional que es evidente en sus creaciones.

No es casualidad que los tonos de fondo predominantes en sus pinturas sean el azul turquesa y el verde en sus diversos matices. Estos colores, que evocan las aguas refrescantes y relajantes del Mediterráneo que bañan los maravillosos rincones de la isla de Menorca, son un reflejo del inconsciente colectivo de Moncada. En otras culturas y épocas, estos colores sagrados eran utilizados en rituales y ceremonias debido a su capacidad para representar el lado más emocional e inspirador de la existencia, lo cual está en perfecta armonía con la mente creativa y la personalidad sensible de Moncada.

El mar, con su movimiento hipnótico, su resplandor y su luz, actúa como un sedante para las emociones y los pensamientos, limpiando la mente e invitando a comenzar de nuevo con fuerza renovada. Josep experimenta esta sensación en cada nueva pieza artística que comienza: después de la calma siempre viene la inspiración.

Después de completar su primer año de estudios en la Massana, Moncada presentó una exposición en Menorca que llamó la atención del reconocido Francis Kyle, propietario de la famosa galería Francis Kyle Gallery en Londres. Fue a partir de este encuentro cuando su obra comenzó a ser vendida a nivel europeo, abriendo nuevas puertas y oportunidades para su carrera.

Diez años más tarde, otra destacada galería, Singulart, con sede en California, comenzó a comercializar sus creaciones, consolidando su presencia en el mercado artístico americano. Y como una guinda del pastel, recientemente ha lanzado su propia página web, donde sus obras de arte en lienzo y reproducciones en tela y papel están disponibles para ser adquiridas.

La trayectoria de Josep Moncada es un claro ejemplo de cómo el talento y la dedicación pueden abrir puertas en el mundo del arte. Su enfoque único y su habilidad para capturar la belleza acuática en sus pinturas han cautivado a galeristas y espectadores por igual. No cabe duda de que el legado artístico de Moncada continuará creciendo, sorprendiendo y emocionando a todos aquellos que tienen el privilegio de sumergirse en su mundo pictórico y contemplar la belleza que emerge de las profundidades del océano.